"Le pregunté si podía venir a mi villa porque muchas veces escuchaba sonidos extraños y sentía presencias y quería saber si alguna de ellas era mi abuelo. De hecho una vez hasta una lámpara salió disparada. Nada más entrar giró la cabeza a la derecha y dijo "ahí hay alguien, pero no es él". Le enseñé toda la casa y cuando estuvimos en la parte más alta escuchamos cómo andaban y subían las escaleras de madera. Me dijo que no podían (en plural) llegar hasta aquí y que ese era un sitio seguro por la energía que había. Ella estaba tranquila, pero yo no entendía nada. Antes de irse hizo varias cosas: me limpió la casa energéticamente mientras me contaba que estaba viendo a los espíritus corriendo por detrás hacia otras habitaciones, y habló con una mujer. Parece ser que esta le pidió ayuda para salir de ahí. Me dijo que tenía que volver otro día y justo antes de salir se paró, se quedó mirando un punto y dijo "aún no puedo salir, me están llamando". Me quedé esperando mientras la veía sentarse en una silla del jardín. Cuando vino me dijo que una mujer le había preguntado si iba a traer ayuda"